Esta
novela fue uno de mis regalos de Navidad, mi mujer que sabe cuánto me gustaron
las dos novelas anteriores de esta trilogía en cuanto la vio en los escaparates
supo que me gustaría y la compro.
Y, en
cuanto vi el programa de la Yincana supe que cumplía los requisitos para presentarla,
así que la he encajado dentro del epígrafe: Made in Spain, en el apartado: “La acción transcurre en un ambiente
rural”
Datos del libro:
Autor: Dolores Redondo
Edición: Tapa blanda
Páginas: 544
Editorial: Destino
Fecha de edición: 25 de noviembre de 2014
Idioma: Español
ISBN-13: 978-8423348688La Autora
Dolores Redondo nació en Donostia-San
Sebastián en 1969. El guardián invisible y Legado en los huesos, las
dos primeras entregas de su Trilogía del Baztán, le han granjeado el
entusiasmo de editores de numerosos países y hoy son ya 32 los sellos
editoriales que publicarán la obra en todo el mundo.
Además del respaldo de los lectores, ha sido saludada por la crítica como una de las propuestas más originales y contundentes del noir en nuestro país, y asimismo se proyecta la versión cinematográfica de la mano de los productores de la trilogía Millennium, de Stieg Larsson.
Ha
pasado ya un mes desde que la inspectora de la Policía Foral recuperó a su
hijo y pudo detener a Berasategui. Pero a pesar de que tanto la
Guardia Civil como el juez Markina dan por muerta a Rosario, Amaia
siente que no está libre de peligro, un desasosiego que sólo Jonan
comprende.
La muerte súbita de una niña en Elizondo resulta sospechosa: el bebé tiene unas marcas rojizas en el rostro que indican que ha habido presión digital, y además, su padre intenta llevarse el cadáver. La bisabuela de la pequeña sostiene que la tragedia es obra de Inguma, el demonio que inmoviliza a los durmientes, se bebe su aliento y les arrebata la vida durante el sueño. Pero serán los análisis forenses del doctor San Martín los que convencen a Amaia Salazar de investigar otras muertes de bebés, que pronto revelarán un rastro inaudito en el valle.
Berasategui muere, entonces, inexplicablemente en su celda, lo que despliega una trepidante investigación que llevará a Amaia al auténtico origen de los sucesos que han asolado el valle de Baztán.
Y mientras, desde el bosque, una impresionante tormenta llega para sepultar la verdad más demoledora.
Escenarios
Comarca del Baztán. Como en
las anteriores entregas, la autora borda los escenarios,
describe unos paisajes magníficos.
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foto tomada de Internet |
La
autora logra transmitir el miedo, las emociones, la belleza, la magia del lugar; una
ambientación perfecta que abunda en el mundo de las tradiciones de la comarca
del Baztán y sus alrededores.
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Foto tomada de Internet |
“… el señor Tabese debió de ser un hombre de gustos
exquisitos. Como ya le dije al otro policía que llamó,
nosotros somos expertos, yo mismo crío las orquídeas con gran éxito, pero las
más raras las importamos de un productor de Colombia que tiene las mejores y
más caprichosas variedades del mundo.
Ésta en concreto es la Anguloa uniflora, y, en efecto se asemeja de un
modo extraordinario a un bebé en su cunita …” (Pág. 509)
Personajes:
Amaia Salazar, inspectora de la
policía foral de Navarra, que en esta tercera parte me parece un personaje
contradictorio, prepotente, frío y distante; me ha sorprendido no muy
agradablemente.
Flora, su hermana mayor, como siempre despierta
una enorme antipatía; sigue igual de
malvada que siempre y aunque Amaia logra sacarle una confesión reveladora de un
acontecimiento que ha marcado su vida no justifica para nada su maldad
Ros, la otra hermana, que en este libro encuentra
su lugar y logra poner en su sitio a la odiosa Flora
Engrasi, la entrañable tía de estas hermanas,
es la que más empatía despierta de entre todas las protagonistas femeninas.
James, el marido de Amaia, al que en esta tercera novela
apenas le han dado papel y el poco que le dan resulta un tanto apático y contradictorio
Subinspector Jonan
Etxaide, como ya sabemos del segundo libro de esta trilogía, al terminar sus
estudios de antropología y arqueología ingreso en la policía, es un hombre de carácter
amable y conciliador, la inspectora Salazar le aprecia como compañero y amigo;
en este tercer libro, en mi opinión, tiene una actitud un tanto desconcertante.
Y, por último, como ya nos tiene acostumbrados, la autora
incluye algún elemento de la mitología vasca y en esta ocasión se trata de Inguma
un espíritu de la noche que penetra en las casas, por cualquier
rendija y aprieta las gargantas de los
durmientes hasta que los asfixia.
Opinión
Cronológicamente,
en esta tercera novela, la acción comienza un mes después del final de la
novela anterior, “Legado en los Huesos”,
cuando la abuela de una niña acude a la comisaria para acusar a su yerno
de la muerte de la muerte de la niña aunque, aparentemente, presenta todos los síntomas de una muerte
súbita.
La
novela está narrada en tercera persona; está dividida en 57 capítulos que siguen un orden cronológico; es una novela que se lee bien, tiene buen ritmo y engancha desde las
primeras líneas. La trama enlaza
perfectamente con las dos novelas anteriores.
“… podía una madre amar más a un hijo que a otro? La respuesta
era sí. En el estudio del comportamiento
se veía constantemente, a pesar de que la norma había llevado durante siglos a
mantener esa gran mentira, que lo cierto es que se amaba de distinto modo a
cada hijo, se les educaba de distinta manera, eran distintas las cosas que se
le permitían a cada uno. Pero ¿se podía
llegar a odiar a un hijo, uno entre los demás, uno distinguido con ese dudoso
honor? ¿Se le podía odiar hasta querer acabar con su vida cuando se cuidaba y
protegía a los demás? …” (Pág. 195)
Después
de las dos primeras novelas de la serie que protagoniza la inspectora Amaia
Salazar, que fueron un gran
descubrimiento para mí, estaba
expectante ante esta tercera y última parte y,
a pesar de que he leído en alguna de las entrevistas que le han hecho a
la autora, que dice que no habrá más novelas con esta protagonista, el final deja
entrever una posible continuación pues, en mi opinión se dejan muchas incognitas abiertas y algunas preguntas en el aire.
Conclusión:
Como ya
os anticipaba, me había creado muchas expectativas de este tercer y último libro de
la serie de la inspectora Amaia Salazar, quizás porque los dos primeros me
intrigaron y me gustó la forma en la que la autora iba desgranando el
argumento, creando suspense… , y aunque efectivamente en esta tercera novela se
cierran algunos flecos que no estaban muy claros en las dos anteriores, he de reconocer
que de este último libro de la trilogía me esperaba mucho más.
Me
explico, si ya de por sí esta trilogía es rica en muchos matices y más que
original en otros tantos, hay varias cosas que me han chirriado, y no me refiero a la parte mitológica de la novela, a la que se le puede dar cualquier licencia y, además creo que está bien planteada, obviamente dentro de lo que es, sino a la parte emocional y racional de los protagonistas; me gustaría argumentar esta opinión, sin querer desvelar el argumento, por lo que expondré una ligera explicación, entre las "cosas" que me confunden esta la historia de
amor desenfrenada que surge en este libro, no me ha resultado creíble, es más, diría que me
ha resultado absurda, tampoco es natural la actitud del subinspector Etxaide, nada
coherente con su trayectoria y por último un desenlace final que a mitad de la
novela ya se hace demasiado previsible.